sábado, 16 de enero de 2010

La Universidad de Vigo se afianza en la Antártida

La vicerrectora de Investigación, Elsa Vázquez, está a bordo del “Hespérides” con un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia

La Universidad de Vigo se ha convertido en un visitante habitual de la Antártida. De su Facultad de Ciencias del Mar han salido distintos proyectos aprobados por el programa polar español que hablan de la potencia de sus investigadores y que en muchos casos se realizan acompañados de otras universidades e instituciones. Es el caso de un proyecto que ha llevado a la vicerrectora de Investigación, Elsa Vázquez, al continente helado, donde permanecerá un mes a bordo del ‘Hespérides’. A pesar del frío, viento y tormentas que les acompañan subraya que es un privilegio.

La vicerrectora de Investigación de la Universidad de Vigo, Elsa Vázquez, se encuentra estos días en la Antártida soportando temperaturas de tres grados bajo cero y fuertes vientos. Elsa Vázquez participa en un proyecto relacionado con el estudio del ecosistema marino antártico, que fue financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y cuenta para su desarrollo con el apoyo de la Unidad de Tecnología Marina del CSIC. Junto a ella viajaron el pasado día 3 de enero al continente helado otros ocho investigadores de la institución viguesa, así como de las universidades de Las Palmas y Cádiz, y de Centro de Investigaciones Marinas de Andalucía. Su misión se realiza a bordo del ‘Hespérides’ y consiste en la recogida de muestras en el Estrecho de Bransfield y en el temido Paso de Drake, donde son frecuentes las tormentas, dentro del proyecto ‘Acoplamiento físico-biológico en el rango de mesoscala alrededor de las Islas Shetland del sur’. Son oceanógrafos, físicos, químicos y biólogos, que estudiarán el ecosistema de la zona centrándose en ‘la influencia de las distintas masas de agua, corrientes y turbulencias en la distribución de los organismos que viven en la columna de agua, desde las bacterias y fitoplanton al zooplanton como el krill y las larvas de animales’. Además, también estudian la cadena trófica en estas aguas.

‘Es un privilegio’
A las dificultades de trabajar sobre la cubierta del barco durante horas, se añade el viento frío que ‘se mete por toda la ropa y produce una sensación térmica de mucho frío’, cuenta la vicerrectora, quien añade que lo peor son las manos puesto que no pueden llevar guantes muy gruesos para poder trabajar y manejar a la vez los aparejos. Sin embargo, la investigadora viguesa Elsa Vázquez también subraya que es un privilegio para los investigadores poder trabajar en el buque ‘Hespérides’ y que también resulta difícil conseguir un proyecto antártico. Estos días recogen datos de temperatura, salinidad y velocidad de las corrientes para describir la parte física, además de recoger muestras de mar entre otras tareas.

fuente: atlantico

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