jueves, 7 de enero de 2010

Mayor libertad a los estudiantes

Las nuevas pruebas de acceso a la Universidad ofrecerán mayor libertad a los estudiantes

Las nuevas pruebas de acceso a la universidad, derivadas de la Ley Orgánica de Educación (LOE), ofrecerán mayor libertad a los estudiantes. Los alumnos de Bachillerato se examinarán a partir del próximo mes de junio obligatoriamente de una parte general y de manera voluntaria de una fase específica que les permitirá acceder a un Grado universitario cuando el número de solicitudes sea superior al de plazas ofertadas.

A partir de este curso académico, los estudiantes de Bachillerato podrán elegir realizar una de las partes de las pruebas de acceso a la universidad, examinarse de asignaturas las hayan cursado o no y, en función de las materias que hayan escogido y la nota que alcancen, tendrán a su alcance la posibilidad de cursar un Grado universitario determinado.

La primera novedad de las pruebas de acceso a la universidad es su división en dos partes: obligatoria y general y específica y voluntaria. En la fase obligatoria y de carácter general el alumno tendrá que superar cuatro ejercicios: un comentario de texto relacionado con las capacidades y el contenido de Lengua Castellana y Literatura; idioma extranjero (inglés, francés, alemán, italiano o portugués); Historia de España o Historia de la Filosofía (a elegir por el alumno) y una modalidad de 2º de Bachillerato, que también deberá escoger el estudiante.

En la parte específica cada alumno se podrá examinar de cualquiera de las materias de 2º curso, siempre que sean distintas a las elegidas en la fase general, pero con otra novedad, no será necesario que el estudiante haya cursado la materia.

En las nuevas pruebas de acceso a la universidad ya no existe una relación directa entre la materia cursada por el alumno y la propia prueba. De esta forma, los estudiantes podrán elegir las materias independientemente de su modalidad, las hayan cursado o no, pero siempre que estén ofertadas como materias comunes y de modalidad para 2º de Bachillerato. Así, el alumno debe demostrar su dominio de la materia en ese nivel curricular y poco importa dónde, cómo o cuándo haya adquirido los conocimientos.

Hasta ahora, la nota de admisión a la universidad coincidía con la nota final de la prueba superada. Ahora, la superación de la fase general permite la entrada del alumno a la universidad pública y/o privada. Como sucedía hasta ahora, la nota final del alumno se obtiene calculando la nota media resultante entre la calificación media de Bachillerato, ponderada en un 60%, y la nota media de la fase general (40%) de las pruebas de acceso a la universidad.

No obstante y como ha ocurrido desde hace décadas, el acceso a la universidad debe establecer un proceso de selección de alumnos cuando el número de solicitudes para cursar un Grado es superior al de plazas ofertadas, la llamada “nota de corte” y ahora denominada “concurrencia competitiva”. En estos casos la nota final del estudiante surge de sumar la nota final de las fases general y específica con sus ponderaciones (40%) y la nota media de Bachillerato, también con su ponderación (60%).

Al existir dos posibles notas (prueba general y Bachillerato y pruebas general y específica y Bachillerato) significa que a la gran mayoría de los alumnos les bastará con realizar la fase general porque en muchos grados no existirá más demanda que plazas ofertadas. Sólo aquellos estudiantes que intenten acceder a grados en los que el número de plazas sea inferior al de solicitantes, necesitarán examinarse de la fase específica.

Una calificación media de 4 en la fase general bastará para realizar la ponderación con la nota media de Bachillerato. La suma de ambas notas (40% y un 60%, respectivamente) deberá ser igual o superior a 5 puntos para que los alumnos superen las pruebas de acceso a la universidad.

Por otro lado, a partir de este periodo académico se establecen cinco ramas de conocimiento: Artes y Humanidades, Ciencias, Ciencias Sociales, Ciencias Sociales y Jurídicas, Ingeniería y Arquitectura. A partir de ahora, cada universidad adscribirá los nuevos grados y las materias de modalidad del Bachillerato a una o varias ramas de conocimiento y ponderará aquellas asignaturas que sean más afines al Grado concreto con 0,2, que será la ponderación que se aplicará a la nota de la materia de modalidad a la hora de establecer la nota final de la prueba. En el resto de las materias unidas a la rama de conocimiento, pero no vinculadas al Grado, las universidades ponderarán 0,1. Por este motivo, es muy importante que los alumnos conozcan estas ponderaciones antes de elegir las asignaturas de las que se examinarán ya que su resultado dependerá, en gran medida, de su elección.
EXENTOS DE LAS PRUEBAS DE ACCESO

A estas novedades, se añaden nuevas oportunidades para los titulados de Formación Profesional de Grado Superior puesto que no tendrán que realizar las pruebas de acceso a la universidad.

La nota de admisión de estos estudiantes será la nota media que hayan alcanzado en el ciclo formativo. Además, en aquellos casos en los que exista “concurrencia competitiva” (más demanda de plazas que puestos ofertados), la nota de acceso de estos alumnos se calculará añadiendo a la nota media del ciclo las dos mejores calificaciones de los módulos del ciclo, ponderadas con 0,1 ó 0,2, según fijen las universidades y siempre que el ciclo sea de acceso preferente a la rama de conocimiento a la que esté adscrito el Grado que desean cursar los estudiantes. No obstante, están excluidas de esta ponderación las asignaturas Formación y Orientación Laboral (FOL), Formación en Centros de Trabajo (FCT) y Empresa y Cultura Emprendedora.
EL ALUMNO SE CONVIERTE EN EL PROTAGONISTA

Las pruebas de acceso a la universidad pretenden valorar la madurez académica de los alumnos, los conocimientos que han adquirido en Bachillerato y la capacidad de seguir con éxito los estudios universitarios.

Los cambios que se producen en estas pruebas ofrecen una mayor libertad de elección a los estudiantes y, por tanto, también más responsabilidad, lo que implica que los alumnos deben informarse detalladamente del proceso y de los pros y los contras de una u otra decisión.
En este sentido, los estudiantes de Bachillerato tienen que reflexionar acerca de su elección de las materias y obtener toda la información sobre el entramado organizativo de grados y materias unidos a las ramas de conocimiento, la adscripción de grados a ramas del conocimiento y de las materias a los grados en las distintas universidades.

fuente: zamora

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