Universidad Mercedes

La reciente aprobación de la universidad de Moreno debería servir como guía: para obtener una alta casa de estudios hay que tener un plan delineado. No es la primera vez que en los últimos años una ciudad bonaerense obtiene la aprobación del Congreso Nacional para radicar una universidad pública.

Vale hacer hincapié en que mientras más universidades se sigan abriendo, más se aleja la posibilidad de que sea Mercedes centro de ella. No hace falta ser un especialista para comprender que si no se comienza en lo inmediato con una convocatoria importante, ese sueño no se cumpliría en este siglo.

La decisión de establecer una universidad de Moreno también nos coloca frente a una realidad dura: hoy por hoy está más cerca Chivilcoy que nuestra ciudad de obtener esa bendición.

Todas las universidades públicas creadas en la provincia en los últimos 20 años han recorrido un camino más o menos similar: un espacio fijo dispuesto por el municipio que realiza convenio con distintas universidades y se muestra con eficiencia para organizar un espacio y generar una convocatoria. Luego se anexan más carreras y se logra el crecimiento de la matrícula. Con un par de millares de alumnos a cuestas se comienza a insistir con el proyecto en la legislatura y luego de varios años se hace la luz.

Mercedes por ubicación, por tradición y por diversas cuestiones más debería ser el epicentro de una casa de estudios, pero hoy por hoy se encuentra deambulando un camino sinuoso con buenos y malos momentos.

La apertura del Centro de Extensión de la UBA debería haber sido la piedra fundacional de un proceso que culmine con la instalación de una universidad propia, pero eso no se logrará si solamente se realizan las materias del CBC de dos carreras de dudoso éxito. En realidad se debería utilizar el convenio para explotarlo al máximo analizando la posibilidad de instalar otras carreras de mayor convocatoria. Y al mismo tiempo se debería buscar fortalecer los vínculos con la UNLu y que se puedan cumplimentar mayor cantidad de materias en la sede del Unzué.

Para ello es necesario que trabajen no solamente funcionarios comunales que –muchas veces- no dan abasto para atender las complicaciones diarias, sino que se debería refundar y con un carácter permanente las Comisión Pro Universidad que quedó desactivada tras la firma del convenio con la UBA.

Creer que el objetivo de esa comisión se cumplimentó con la firma del convenio con la UBA es no ver el bosque.

Si Chivilcoy continúa con su trabajo de hormiga en su Centro de Extensión y en Mercedes no se trabaja en pos de ampliar la oferta universitaria, está más que claro que de crearse una nueva casa de estudios por estos lares, no será precisamente nuestra ciudad el lugar elegido.

Y si eso ocurre será demasiado tarde para las autocríticas y las culpas cruzadas y será en vano todo lo que se dijo en uno u otro sentido.

fuente: el cronista