martes, 22 de diciembre de 2009

La Universidad San Pablo CEU

La Universidad San Pablo CEU no acatará ninguna disposición que atente contra la vida humana

La Fundación Universitaria San Pablo CEU ha emitido hoy una declaración sobre la nueva Ley del Aborto, acerca del respeto a la vida humana y sobre la naturaleza de la profesión médica. En ella recalcan que no acatarán “ninguna disposición que atente contra la vida humana y que contradiga las exigencias de la ética médica”. Ofrecemos el texto íntegro a continuación:

“Ante la eventual aprobación de una ley que regule la obligación de las Universidades a enseñar a sus alumnos de Medicina y Enfermería la práctica del aborto, no podemos dejar de declarar públicamente que no acataremos ninguna disposición que atente contra la vida humana y que contradiga las exigencias de la ética médica. La posición de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, con las titulaciones sanitarias de sus Universidades CEU San Pablo y CEU Cardenal Herrera, no responde únicamente a una legítima opción moral, sino a una objeción de ciencia. En este sentido queremos subrayar que:

1. Provocar el aborto nunca es una solución. No hay razones médicas para justificar la destrucción directa de un ser humano, por débil, inesperado o inoportuno, enfermo o pequeño que sea. Somos conscientes de las múltiples situaciones adversas que pueden llevar a una mujer a plantearse abortar, pero denunciamos la premeditada desinformación que silencia el drama real del aborto y las graves consecuencias para la mujer que aborta. La obligación de los gobiernos, de la comunidad médica y de cualquier ciudadano de bien es ofrecer alternativas, en vez de proponer o imponer como la mejor opción la que atenta contra la vida del hijo, contra la dignidad de la madre y la que da por supuesta la irresponsabilidad del padre. Una opción que, en nombre de la libertad, violenta la dignidad.

2. La Medicina, por su propia naturaleza, es un servicio a la fragilidad. No enseñaremos, en nuestras aulas, práctica alguna que contravenga la finalidad de aprender a curar o a aliviar. Los vigentes planes de estudio incluyen los contenidos necesarios para capacitar a los alumnos para cualquier acto médico encaminado a procurar la salud de la madre y del niño. Manifestamos rotundamente que los médicos y personal sanitario tenemos el deber de rechazar cualquier práctica que procure directamente la muerte, de acuerdo con una honorable tradición secular, a la que no estamos dispuestos a defraudar.

Finalmente, queremos rechazar toda pretensión de regular la objeción de conciencia que, por su propia naturaleza, no es “regulable”. Frente a toda imposición la conciencia nos hace discernir entre lo que es digno o indigno del hombre, con independencia de la adscripción de cada cual a una determinada religión, pueblo, opción política o tradición cultural. La conciencia siempre ha sido, y siempre será, el último baluarte de la libertad, posición a la que tampoco pensamos traicionar”.

fuente: cope

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