sábado, 26 de diciembre de 2009

Nueva Universidad en Bolivia

Este fin de año de 2009 busqué una buena noticia que sirviese de tema de un artículo positivo e incluso optimista que estuviese a tono con el espíritu de festividad y de recuento de fin de año. Esto en medio del panorama sombrío que representan el creciente narcotráfico, la delincuencia, la apabullante informalidad y sus desacatos al mejor estilo neoliberal libertino; la toma arbitraria e ilegal de tierras; el papelón nacional de Copenhague y la convocatoria a un quimérico ¡referendo mundial!; la llamada a aprender inglés dizque para utilizarlo en África; las intenciones oficiales de estatización de las empresas de energía eléctrica; las amenazas de detenciones de personas que bajo todo punto de vista primero deberían ser procesadas hasta llegar a un veredicto de juez imparcial; la inminente reforma rodillo del la Ley Electoral; el muy posible crecimiento astronómico de la burocracia como resultado de las yuxtapuestas autonomías; el hablar de estatizar a tiempo de anunciar cuantiosas inversiones de empresas privadas en la alicaída industria del gas; y el paseo suramericano del negador del Holocausto, paranoico con Occidente, presunto promotor de terroristas, ejecutor de opositores y gran amigo del fraude electoral, el teócrata de Irán, Ahmadineyad. A propósito, resulta increíble que todo un Ignacio Lula da Silva abra su agenda al iraní. Hasta aquí una parte de lo agobiante de 2009.



Después de un año cargado de sinsabores para la mayoría de los bolivianos, en años venideros esa mayoría no necesariamente querrá volver al pasado de varias décadas de desgobiernos (con la posible excepción de la presidencia del Dr. Eduardo Rodríguez Veltzé) sino que añora superarlo y también superar el presente que está repleto de lo que el poeta y crítico francés, Paul Valéry, decía en Tal cual (1943), que la política por desgracia también era “el arte de impedir que la gente tomase parte en lo que le corresponde”. ¡Qué arte ni qué arte!



Pero estamos a fines de año y la buena noticia es que en acto simple pero memorable, celebrado el 21 de diciembre, se inauguró en Santa Cruz una Universidad nada menos que ¡del Fútbol!... sí el deporte, que viene a significar un bálsamo público y una buena noticia en momentos en que la ansiedad e incertidumbre de muchos bolivianos se muestran ansiosas de noticias edificantes que desde luego acogen con beneplácito. Se trata de algo positivo que viene a llenar una sentida necesidad emotiva y desde luego deportiva derivada de la pobre actuación local e internacional de equipos nacionales de mayores durante los últimos años con pocas excepciones.



El cometido obedece a la iniciativa del joven licenciado boliviano, Javier Peralta, ex rector de universidades privadas y hoy presidente de la Red Global Educativa, y su familia, que han trabajado años en la preparación del proyecto. Éste ha contado con el apoyo de mucha gente que ha realizado una cuidadosa valoración de los pormenores del fútbol boliviano de los últimos años, sus problemas, psicología, sociología, cobertura, desempeño e inquietudes. Ha contado con la cooperación de instituciones como la Federación Boliviana de Fútbol, Futbolistas Agremiados de Bolivia y el rectorado de la Universidad NUR que acogieron la idea con entusiasmo.



Ahora se trata de acoger juventudes, energías, voluntades y sobre todo denuedo a fin de organizarlos e incluso transformarlos progresivamente en actitudes que ayuden a desarrollar aptitudes que resulten en mejores y más aptos administradores, entrenadores, árbitros, reporteros, cabilderos, empresarios y desde luego jugadores que combinen y complementen pericias en/por equipos, los que se sean, de modo que el resultado sea un mejor desempeño del más popular de los deportes en Bolivia.



Se trata también de procurar que el progresivo éxito se observe, registre y crezca en el campo de juego, los despachos, las boleterías, las graderías, las calles, los canchones y las poblaciones del país donde los resultados mejorados de una manera sostenible deleiten y sirvan de ejemplo y pauta a otras actividades del trajín nacional. El deporte y concretamente el fútbol quizá sea el único campo de acción organizado donde la inversión de recursos logre resultados a mediano plazo que levanten la moral y la frente de los bolivianos donde se encuentren.

Con sólo presenciar la entrega del premio de la FIFA al mejor jugador del año, el argentino Leonel Messi, la emoción cunde porque se trata de un suramericano, pero el ensueño de que algún año fuese un boliviano nace bullente cuando se aúnan esfuerzos. A propósito de los premios de la FIFA, las cinco jugadoras de fútbol nominadas para el premio en 2009 son Marta y Cristiane de Brasil, las alemanas Birgit Prinz e Inga Grins, y la inglesa Kelly Smith. La brasilera Marta ha ganado este premio cuatro veces consecutivas lo que no deja de ser resultado de la organización, trabajo y dedicación al deporte de los brasileños que seguramente la nueva institución boliviana buscará emular.


fuente: los tiempos

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