lunes, 21 de diciembre de 2009

Destrezas logisticas

Trabajos de Verano 2010

Más de 700 universitarios aplicarán destrezas logísticas y grupales al sur del país
En el marco de un nuevo ciclo de voluntariados, instituciones se comprometen con la superación de la extrema pobreza en zonas aisladas. Experiencia entregará herramientas clave a estudiantes de áreas como Derecho, Ingeniería y Salud para su futuro profesional.

Mediante fuertes campañas de difusión, al menos cuatro destacadas universidades del país han logrado reclutar más de 700 voluntarios para los Trabajos de Verano Temporada 2010. Los estudiantes viajarán durante el mes de enero a diversas comunidades rurales del sur a brindar asistencia solidaria.

Los equipos universitarios vivirán una semana en el destino de este ciclo, ayudando a mejorar las infraestructuras educacionales y de esparcimiento en colaboración con los propios vecinos, nutriéndose de una experiencia que les servirá a futuro en una serie de habilidades, como el trabajo en equipo, la logística y la gestión de recursos.

Del 3 al 11 de enero, la Universidad de Los Andes ayudará a levantar una biblioteca, limpiará parques nativos, reparará sedes sociales y prestará atención médica en Riñihue (X Región). En igual fecha, el equipo de 120 voluntarios de la Universidad san Sebastián (USS) crearan cerca de 12 viviendas para personas vulnerables en Antuco.

La Pontificia Universidad Católica, mediante su programa Jóvenes Sin Frontera (JSF-PUC) estará en la Península de Taitao coordinando trabajos de verano en Coyhaique, Río Ibáñez y Chile Chico. En tanto, la Dirección General de Experiencia Universitaria de la Andrés Bello (DEU-UNAB) estará haciendo lo mismo en San Fabián de Alico, Ñuble.

ASISTENCIA SOLIDARIA
Los equipos voluntarios van a hacer construcciones comunitarias durante una semana en lugares muy aislados del país, como forma de hacer patria. Así lo revela Valentina Serrano, coordinadora del JSF-PUC. Eso, por ejemplo, "pasa mucho en Chile Chico, que no se sienten chilenos", donde el plan es ir a integrarlos.

Entre las principales tareas, está la edificación de ferias artesanales, bibliotecas, box médicos y juegos en las plazas; todo en conjunto con la comunidad.

"Lo que nosotros hacemos es ir a colegios rurales, colegios muy pobres, donde vamos a hacer tareas de construcción, apoyo a la gente, a los mismos chicos les equipamos las bibliotecas, les hacemos juegos infantiles y les enseñamos técnicas de las mismas carreras de los voluntarios", explica Vicente Cáceres, coordinador de la DEU-UNAB.

Y para conseguir el alojamiento, los alimentos y materiales que estos jóvenes requieren, son fundamentales las alianzas estratégicas con diversos aportes privados. La PUC está trabajando con Líder para la recolección de comida y Sodimac en lo que es construcción, en tanto cubre el alojamiento en conjunto con las municipalidades.

"Hablamos con las comunidades y pedimos los lugares de allá, como escuelas o casas abandonadas. La municipalidad nos da el pie para buscar alojamiento", dice Serrano. Y para convocar a los voluntarios, las universidades arman fuertes campañas de difusión. Sólo en el caso de la Católica, se necesitaron 100 personas para la etapa publicitaria.

Y sobre todo en este ciclo, marcado por el Bicentenario, las campañas han rugido más potente. "Este año tuvimos una convocatoria nunca antes vista en años anteriores. Todo el mundo está con ese bichito de la acción social", comenta Cáceres.

FUTURO PROFESIONAL
Estas plataformas solidarias no sólo otorgan un gran beneficio a las comunidades donde llevan a cabo sus tareas, también son un real aporte para el futuro profesional de los jóvenes que participan; ello, desde la óptica de la formación valórica y práctica.

En efecto, si bien son programas transversales a nivel de carrera, en su mayoría son estudiantes de ingeniería, derecho y salud los que integran estas redes. Además, dado que este compromiso implica muchos sacrificios en comodidades como el agua caliente o la tecnología resta parte del verano, brinda un fuerte elemento ético.

"Hemos comprobado que a las personas les cambia la vida el conocer distintas realidades", sugiere la coordinadora de JSF. Y es que les ayuda a comprender que Chile no es sólo Santiago, hay muchos lugares alejados que forman parte de la soberanía.

Trabajo en equipo y respeto a la autoridad son las principales herramientas que otorga el hecho de adecuarse a los protocolos de las Fuerzas Armadas en la zona austral; además, "a la gente que trabaja en logística y en administrar todas las pegas, les sirve mucho porque tienen que estudiar los distintos materiales y suelos", concluye Serrano.

Por su parte, Cáceres detalla que el objetivo de los Trabajos de Verano es ir a ponerse en las mismas condiciones de vida de los más humildes. "Vivimos en los mismos colegios donde vamos a trabajar y la gente se ducha con agua helada. Nos ponemos en el lugar del otro, donde los chicos no tendrán acceso a ninguna tecnología".

Por esto, la experiencia marca a los futuros profesionales, que luego mirarán la realidad nacional desde otro prisma. "Estamos formando personas con valores y en ese sentido, esta acción social hace ver a los estudiantes que hay un grado de responsabilidad mayor con los más necesitados", concluye el coordinador del DEU.

fuente: invertia

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