jueves, 10 de diciembre de 2009

Labor de la FIFA en Trabajo Infantil

La labor infantil es un problema mundial que se manifiesta en varios grados de intensidad, tanto en los países desarrollados como en aquellos en vías de desarrollo. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), más de 250 millones de niños trabajan en todo el mundo, casi 120 millones lo hacen a jornada completa. Se estima que al menos un tercio de este total está empleado en ocupaciones peligrosas.

La frecuencia del trabajo infantil varía según la región y el país. El mundo desarrollado no se ve completamente exento del trabajo infantil. Sin embargo, la gran mayoría de niños trabajadores se localiza en Asia y África, debido a la pobreza en aumento y al descenso del crecimiento económico. En los países desarrollados, la labor infantil se constata principalmente en el sector de la agricultura y en los sectores de la economía informal.

El trabajo infantil es un problema complejo. No se trata de una simple cuestión de legislación y su aplicación. Se origina por diversos motivos socio-económicos propios de cada sociedad, los cuales deben abordarse si se desea hallar una solución a largo plazo para el problema. Se trata de un producto de la pobreza, la sobrepoblación, la falta de instituciones educativas adecuadas, el desequilibrio entre las zonas rurales y urbanas y el ingreso desigual. A menos que se haga un planteamiento cabal, una solución resulta en ocasiones peor que el problema mismo, tal como ha sido el caso en algunos países donde los niños han sido desplazados de una industria a trabajos aun más peligrosos por la presión internacional.

Hoy día, la gente es consciente del gran problema que representa la labor infantil en los países en vías de desarrollo, tanto para los gobiernos como para el sector privado. Se reconoce actualmente que es necesario un enfoque general para tratar el problema en sus múltiples manifestaciones y dimensiones.

El Papel de la FIFA

La explotación laboral infantil es un fenómeno socio-político sumamente complejo y, como tal, muy difícil de combatir. En su calidad de organización deportiva, la FIFA no dispone ni de la experiencia ni de los medios para solucionar por su cuenta este espinoso y complejo asunto.

La FIFA dedica toda su atención a unas condiciones laborales justas y especialmente cuando se trata del trabajo infantil. Por esta razón, la Federación Internacional de Fútbol impone a sus socios estrictas condiciones contractuales sobre este particular, amén de colaborar estrechamente con organizaciones oficiales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Además, la FIFA ha establecido una estrecha relación con la Federación Mundial de Industrias de Artículos Deportivos (WFSGI), asociándose así con los programas de esta última para prevenir la explotación infantil, particularmente en Pakistán.

No obstante, debe tenerse en cuenta que no es responsabilidad de la FIFA reemplazar a las organizaciones oficiales encargadas de defender la legislación laboral. En varios casos recientes se ha constatado el uso ilegal de las marcas de la FIFA en productos como balones, que se han elaborado violando esta legislación laboral. Es obvio que estas actividades ilegales escapan al control de la FIFA.

La FIFA ha elaborado un extenso programa de protección de los derechos mundiales para luchar contra el comercio de falsificaciones y el uso no autorizado de marcas registradas y sellos de calidad. En colaboración con las autoridades nacionales (policía, aduanas y fiscalías), se descubrieron 810 casos de violaciones de los derechos relacionados con la Copa Mundial de la FIFA 2002 en 56 países.

Gracias a la ampliación del programa de protección de derechos para la Copa Mundial de la FIFA 2002, el porcentaje de balones falsificados que se confiscó en Francia 98 ascendió casi en un 500%.

En todo el mundo se venden anualmente cerca de 40 millones de balones de fútbol. No obstante, en 2001 sólo 1,6 millones de estos balones tenían un sello de calidad de la FIFA. Esto significa que los acuerdos contractuales de la FIFA con los fabricantes de balones cubren únicamente un 4% de las ventas anuales.

Desde el 1º de enero de 1996, sólo aquellos balones de fútbol que se hayan sometido a las pruebas pertinentes, satisfagan los exigentes criterios de calidad y, además, lleven alguna de las marcas oficiales podrán utilizarse en los partidos de competición de la FIFA y en los partidos de competición celebrados bajo los auspicios de las seis confederaciones continentales. A partir del 1 de enero de 2000, las pruebas y certificaciones de calidad también se han declarado obligatorias para los balones de superficies cubiertas que se utilicen en encuentros internacionales bajo los auspicios de la FIFA o de las confederaciones.

El Concepto de Calidad de la FIFA

El Concepto de Calidad de la FIFA es un programa de pruebas para balones de cancha cubierta y de terrenos de juego al aire libre. Los fabricantes tienen la posibilidad de suscribir un contrato de licencia para el uso de los dos prestigiosos sellos de la FIFA en aquellos balones que hayan aprobado una rigurosa serie de pruebas. Los titulares de la licencia disfrutan de una amplia protección de las marcas de la FIFA y de las ventajas que ofrecen sus completísimos servicios de mercadotecnia.

FIFA Approved - balones de gran calidad que satisfacen las mayores exigencias de la FIFA

FIFA Inspected - balones para los partidos de cualquier nivel de competición

Como alternativa, existe la posibilidad de utilizar los balones con el sello "Internacional Matchball Standard". Los balones que llevan este sello han aprobado los mismos requisitos de calidad que los balones "FIFA Inspected". No obstante, el empleo de esta denominación no está sujeto al pago de un derecho de licencia.

La responsabilidad social de la FIFA se ha conjugado con su Concepto de Calidad. Los titulares de licencia se obligan por contrato a garantizar que no se empleará la mano de obra infantil en ninguna etapa del proceso de fabricación. Además, deben cumplir con las siguientes declaraciones relacionadas con el trato de los trabajadores.

1. Declaración de los principios y derechos fundamentales en el trabajo, adoptada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT);

2. Código de Conducta de la Federación Mundial de Industrias de Artículos Deportivos (WFSGI).

3. Digno de mención es el hecho de que la FIFA solicita a los fabricantes y distribuidores de los titulares de licencia que igualmente cumplan con las declaraciones.

Además, los titulares de licencia deben brindar su apoyo a cualquier iniciativa que ponga fin a la labor infantil en la industria de los balones de fútbol. Los balones que llevan las marcas de calidad de la FIFA son una ayuda para los niños de todo el mundo. Los ingresos netos del proyecto se destinan a varios proyectos de ayuda a la infancia, como Aldeas Infantiles SOS o el UNICEF, así como a la financiación del programa IPEC-OTI "Eliminación del trabajo infantil en la industria de balones de fútbol en Sialkot, Pakistán" y su segunda fase, el programa FIFA-OIT "Promoción de la continuidad y la fiabilidad".

Información Adicional

Más información sobre el trabajo infantil y la participación y colaboración de la FIFA para su supresión puede hallarse en:

fuente: educared

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